Es decir, KADOSH-SANTO, como ya dijimos, este término traducido literalmente significa separado, “apartado de”. Todo lo santo está apartado de, y separado de lo mundano y lo cotidiano, pero también como ya dijimos, inmersos en él. Estar en el mundo sin pertenecer al mundo, no estando sujetos ni a sus modas, ni a sus parámetros sociales, ni a sus valores ni, mucho menos, a todo lo que pende de esta gran parábola que rodea a la tierra y que está debajo de la bóveda del cielo. Como decía san Francisco para quien, el yo era el TU y el TU era el yo, es decir, plena y completa identificación con Jesús, cuando recitaba su "Absorbeat": "Te suplico, Señor, que la fuerza abrasadora y meliflua de tu amor absorba de tal modo mi mente que la separe de todas las cosas que hay debajo del cielo, para que yo muera por amor de tu amor, ya que por amor de mi amor, tú te dignaste morir ".
La Virgen viene tan sólo para esto, para llevarnos a su hijo; jesús y, a través de él, al Padre. Para esto nos pide que no demoremos nada para mañana: DANAS, dicen en Medjugorje, HOY. El adverbio - Hoy - es lo más acuciante e importante de nuestra vida, cualquier cosa, comenzarla HOY. Para que el Espíritu Santo obre en nosotros, a través de las palabras de la Virgen, tal y como sucedió cuando se apareció a su prima, Santa Isabel, como sucedió en Fátima, Lourdes, Garabandal y Medjugorje, transcribiremos el Mensaje - Angelia - del 25 de diciembre de 1.986:
.......Queridos hijos, estos días en los que el padre ofrece gracias particulares a todos aquellos que les abren el corazón. Os bendigo y deseo que también vosotros hijitos, conozcáis las gracias de Dios y pongáis todo a disposición de Dios para que Él sea glorificado a través vuestro. Mi corazón sigue atentamente cada uno de vuestros pasos".
La Virgen nos impele a que siempre intentemos subir el Último Peldaño y, para que no hubiera ningún tipo de confusión o duda, en una aparición dijo: " Cuando estéis agotados y no podáis ya hacer nada más, arrodillaros y pedidle a vustro Padre del Cielo que os recree. Lo Hará". A pesar del cansancio si dejamos aldabonear estas palabras de la Virgen en nuestro interior y acudimos, como dice Ella, a nuestro Padre que está en el Cielo, seguramente podremos subir un piso más, hasta la capilla, la gruta, el recodo o simplemente en nuestra habitación y, a pesar de ser la una, las dos, las tres o la hora que sea de la madrugada, el Padre recompondrá nuestras fuerzas y nos recreará para que podamos Seguir nuestro camino de Santidad, alto grado de la vida cotidiana ordinaria, camino para alcanzar la comunión eterna con el Padre.
No nos creamos que esta efusión de fuerza sobrenatural en el seno de nuestra flaqueza es automática, sino que deviene de una GRACIA, de DIOS.