"Respuesta del Santo Padre:
Debido a su impactante contenido y para evitar que el poderío mundial del comunismo interfiriera en los asuntos de la Iglesia, mis predecesores proporcionaron información confidencial de manera diplomática. Además, debe bastar a cada Cristiano saber lo siguiente: cuando ustedes leen que "los océanos inundarán continentes, que millones de hombres morirán repentinamente en pocos minutos, etc." si esto es conocido, en realidad no es necesario demandar la publicación de este secreto.
Entonces el Papa tomó el Rosario y dijo:
-- ¡Aquí está el remedio! ¡Oren, oren y no hagan mas preguntas!. ¡Encomienden el resto a Nuestra Señora!
La respuesta de su Santidad es lacónica y escueta pero, a la vez, clara y esperanzadora: ¡Oren, oren y no hagan más preguntas !, es decir, la solución no es ni hablar, ni preocuparse ni ser tremendistas, sino todo lo contrario, Oración y Confianza y, a estos dos actos, el futuro Beato, nos añade el verdadero tesoro de la fe y de la oración, ¡ Encomiéndense a Nuestra Señora! Aquí entra la verdadera Madre de las Misericordias que acogerá nuestras súplicas con todas sus entrañas encarnatorias y pronunciará la PALABRA clave del Evangelio de San Juan: " HACED LO QUE ÉL OS DIGA".
