miércoles, 24 de noviembre de 2010

OFRECIMIENTOS PARA LAS NECESIDADES DEL CIELO

En Garabandal si, entre todos los acontecimientos extraordinarios, se puede destar algo sobre lo excepcional, es la toma de conciencia que las videntes tuvieron y experimentaron de los acontecimientos vividos durante las Apariciones. Tomando el mundo actual desde una perspectiva panorámica, nos daremos cutenta que todo lo que emana de él y la mayoría de proposiciones que nos ofrecen, ya sean publicitarias, laborales y profesionales, filósoficas, políticas y no digo religiosas, ya que todo lo enumerado, mezclado, en un gran turmix existencial, y presentado bajo la etiqueta de -Socedad del bienestar, calidad de vida, modernismo, sueño americano, y no sé cuantos epítetos falaces que nos prometen "LA FELICDAD", los "pensadores sociales" lo han convertaido en una verdadera filosofía de vida y, por tanto, en la "religión actual", cuyo "dios" no es verdad que sea tan sólo el dinero, éste es un medio necesario e imprescindible, para poder convertirse en uno de las deidades de nuestro siglo y agrandar el número de homolatras que manejan la sociedad y son adorados y ensalzados.

Por el contrario, como frutos de Garabandal, nos encontramos con el ofrecimiento que, una de las videntes, hizo en una de sus locuciones con Jesús: CONCHITA:

Por tus sacrificios, tus aguantes, te dejo ser intercesora ("Intercesora" en el sentido de que podía servir de instrumento para la realización del Milagro. De hecho ha servido para difundir su anuncio y expectación.) para hacer el milagro.


Y yo le dije: –¿No es mejor que sea con todas o, si no, que no pongas a ninguna por intercesora?


–No.

–¿Iré yo al cielo?

–Amarás mucho y rezarás a nuestros Corazones.

–¿Cuándo me das la cruz? (Él no me contestó.)

–¿Qué seré yo? (No me contestó; sólo me dijo que, en cualquier parte y en lo que sea, tendré que sufrir mucho.)

–Me voy a morir pronto?

En la tierra tendrás que estar, para ayudar al mundo.

–Yo, poca cosa; no podré ayudar nada.

–Con tus oraciones y sufrimientos ayudarás al mundo (Esto que se dijo a Conchita vale para todas las almas de buena voluntad. Todos podemos, y debemos, hacer algo... ¡Misterio verdaderamente tremendo y que nunca se ponderará lo bastante!" –exclamaba Pío XII en su encíclica "Mystici Corporis"–: que la salvación de unas almas dependa de las oraciones y voluntarios sacrificios de otras.)

–Cuando se va al cielo, ¿se va muerto?

–Nunca se muere (del todo).

                                                A.M.D.G. ET M.B.V.